Reseña de Liliana Gioia.
Novela narrada en primera persona, estructurada en base a cuatro capítulos.
El primero de ellos, corresponde a la mirada del niño de 9 años cuya vida transcurre en el Chile de Pinochet. Magnífico clima logrado en función de lo que no se dice. El miedo no se explicita como tal pero vive fuerte, nadie manifiesta su procedencia política: quienes adhieren al régimen lo callan, y quienes son opositores no pueden manifestarlo ya que correrían peligro de vida. Y en medio de tantos ocultamientos surgen deliciosas travesuras infantiles que conllevan situaciones de humor y oxigenan la vida y el relato: encantador episodio cuando el niño escucha el caset del cantante Rafael y sin querer borra una parte y canta en el espacio borrado, para evitar el reto de su madre.
Los capítulos siguientes son un viaje hacia lugares queridos, pero no “en busca del tiempo perdido” sino en busca del tiempo HABITADO por la infancia y seres cercanos. Y se logran encuentros materiales y a veces solo reservados a la ficción del recuerdo. Por ello en el encuentro ya siendo adulto con la pequeña amiga de la infancia, el narrador dirá: “dormimos juntos, tiramos muy bien*, pero no es amor lo que nos une, o tal vez es amor al recuerdo”. Se destaca la fluida reflexión que el narrador nos ofrece sobre el oficio de poeta, el temor a la página en blanco, la dificultad de escribir en primera persona.
También se metamorfosean los lugares luminosos de la infancia, que tras el gobierno inconstitucional de Pinochet, se transforman en territorios del dolor y el horror, como por ejemplo el Deportivo Estadio Nacional utilizado como el mayor centro de detención en esos años oscuros.
Novela recomendable, disfrutable, escrita con precisión y memoria, con respeto al dolor vivido y esperanza en la alegría por venir.
- En Chile la expresión “tiramos” se utiliza para referirse a la sexualidad compartida.
Título: Formas de volver a casa.
Autor: Alejandro Zambra.
Editor: Barcelona: Anagrama, 2021.
Páginas: 164.